Adios al frizz!



Cuidado con los malos hábitos:
Si lavas tu cabello sin cepillarlo antes o si hace un clima horrendo y sales sin paraguas, no te sorprendas si te conviertes ¡en un borrego! ya que el frizz adora la humedad y también la electricidad estática. También te volverás esclava del frizz si tu cabello está seco o maltratado. El cepillado muy fuerte y los accesorios como ligas muy delgadas, broches, pinzas y todos aquellos objetos "amarra-cabello" pueden trozarlo a la mitad: la fibra capilar se vuelve frágil, se rompe y algunos pelitos, más cortos o maltratados que otros, se convierten en pequeños hilitos rebeldes y enchinados que sobresalen de tu peinado. Ahora lo entiendes, no hay ningún secreto: sólo eliminando los malos hábitos lograrás que tu frizz disminuya.
Ármate contra el frizz:
Un champú y un acondicionador adecuado, siempre pueden domar el cabello rebelde. Este dúo maravilla tiene la misión de nutrir y proteger tu fibra capilar, alisándola de la raíz a la punta y reparando el cabello frágil. Un consejo: si te bañas y no quieres lavar tu cabello, hazlo con gorra, de otra forma la humedad te llenará de frizz. Finalmente, cuando laves tu cabello, elimina el exceso de agua con una toalla sin apretarlo demasiado porque ¡corres el riesgo de que se maltrate!
El brushing es indispensable:
Si vas a secar tu cabello, estíralo bien cepillándolo suavemente. Dirige el aire de arriba hacia abajo para no abrir las escamas del cabello y termina con aire frío para fijar el movimiento.
¡Viva el cabello largo!:
Cabellera necia, con tendencia a llenarse de frizz, busca corte de cabello adecuado...Para enderezar el camino del cabello rebelde y con frizz, lo lógico es que tu cabello tenga peso, cuerpo y una cierta longitud. Un corte redondo hasta los hombros es lo mínimo indispensable...pero la mejor solución es un corte ¡aún más largo! Si lo deseas, puedes desgrafilar el corte para enmarcar la cara. No está sólo de moda sino que da un efecto muy lindo, da suavidad a los rasgos y más volumen al cabello.